Portulaca T-22

La Portulaca T-22, también conocida como Flor de Seda o Verdolaga, es una suculenta anual que transformará tus espacios exteriores en un verdadero espectáculo de color. Originaria de las regiones cálidas de Sudamérica, esta planta se ha ganado el corazón de jardineros y paisajistas de todo el mundo gracias a su resistencia, su fácil cuidado y, sobre todo, su espectacular floración. Sus flores, que se abren como pequeños soles en respuesta a la luz del día, ofrecen una explosión de colores vibrantes que van desde el amarillo y el naranja hasta el rosa, el rojo y el blanco, creando un auténtico arcoíris en tu jardín o terraza.

Es la elección perfecta para aquellos que buscan una planta que no solo sea bella, sino también resistente y fácil de mantener. Su capacidad para prosperar en condiciones de calor intenso y sequía la convierte en una opción ideal para jardines mediterráneos, rocallas y zonas costeras. Además, su crecimiento rastrero la hace perfecta para cubrir suelos, crear borduras coloridas o llenar macetas y jardineras con su belleza vibrante.

Características Destacadas de la planta portulaca:

• Floración Explosiva: Sus flores, que se abren como pequeños soles en respuesta a la luz del día, ofrecen una explosión de colores vibrantes, desde el amarillo y el naranja hasta el rosa, el rojo y el blanco.
• Adaptabilidad y Resistencia: La Portulaca es una planta todoterreno, capaz de prosperar en suelos pobres y secos, y soportar altas temperaturas. Ideal para jardines rocosos, xerojardinería y zonas costeras.
• Bajo Mantenimiento: Esta suculenta requiere mínimos cuidados, lo que la convierte en una opción perfecta para jardineros principiantes o aquellos con poco tiempo para dedicarle a sus plantas.
• Crecimiento Rastrero: Su hábito de crecimiento rastrero la hace ideal para cubrir suelos, crear borduras coloridas o llenar macetas y jardineras con su belleza vibrante.

Cuidados Básicos de portulaca:

• Luz: La Portulaca ama el sol. Colócala en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día para asegurar una floración abundante y vibrante.
• Riego: Aunque es resistente a la sequía, un riego moderado es clave para su bienestar. Riégala cuando el sustrato esté seco al tacto, evitando encharcamientos que puedan dañar sus raíces.
• Suelo: Prefiere suelos bien drenados, arenosos o rocosos. Si la cultivas en tarrina, asegúrate de que tenga agujeros de drenaje para evitar el exceso de humedad.
• Fertilización: No es estrictamente necesario, pero puedes añadir un fertilizante líquido para plantas suculentas cada 15 días durante la época de floración para potenciar su crecimiento y belleza.
• Poda: Retira las flores marchitas para estimular la aparición de nuevos capullos y prolongar la floración.